Las células no solo contaminan, sino que absorben. Al descomponer la materia natural y transformarla en algo nuevo... ¡crean un nuevo ciclo de energía y crecimiento! Necesito entender este proceso... Hacer más experimentos con las Esporas del Velo, para descubrir cómo funcionan exactamente. Prefiero estar aquí que con los aldeanos... Me agotan la energía. El fluido del Caldero negro da vueltas y vueltas... Lo disuelve, se lo come poco a poco. Lo cambia. Una vez lo miré durante mucho tiempo mientras daba vueltas... y creí sentir que me devolvía la mirada. Será que me he vuelto un poco loca con la edad. O solitaria. — Ikora

Me he vuelto loca, lo sé. Los años de soledad me han debilitado la mente. El vacío. Las fauces. Dentro del Caldero negro, aguantando, esperando. Dando vueltas. Nublándome la mente con su olor dulce y repugnante... Me llama, susurrando. No entiendo lo que dice, pero... lo sabe. Sabe que estoy vacía. Él también está vacío. Hambriento. Nos parecemos. — Ikora

Las fauces, muertas de hambre, decían mi nombre. Solitarias. Anhelantes, igual que yo. No tenía elección y lo sabían. Quedé atrapada entre dientes afilados como hojas de afeitar que me partieron los costados. Me colé bajo su lengua, que daba vueltas. Me asfixia con su calor. Me sostiene por dentro. Somos iguales. Somos uno. ¿Por qué mi carne está hueca? Soy un pozo. Un pozo, vacío, famélico. Soy la nada, la ausencia, el vacío. Soy un poco, mucho, todo. Soy el mismísimo abismo.