¡Le dije que la soltara! Eso dije, ¿verdad? Una maldición familiar acabaría con ellos, ¡y así fue! No fui yo, ¡fue la maldición! Se llevó a Wyllma con el tiempo, ¡y ahora a Kasper también! ¡Le dije que SOLTARA LA ESPADA! Una pelea, un destello... y tras la refriega, Kasper cayó en silencio al suelo. Lo sacudí. No respondió. Descansa bajo el árbol familiar, junto a Wyllma..., aferrado a esa maldita cosa. ¡No quiero volver a verla más!

Cavar tumbas tiene sus ventajas. Bajo el árbol familiar de Cardo Solitario, encontraron una reliquia familiar. Irradia una extraña energía.