¡Te has perdido la pelea del siglo! Los sabuesos estaban peleando cuando una mujer..., no, una chica, entró en la arena. Una luz dorada se reflejaba en las placas de su armadura, ¡y alzó la espada hacia la matriarca! "Soy Gabrielle Fairburn", dijo. "Si te gano en un duelo, ¡deberás abandonar esta ciudad y devolvérsela a su gente!". Por supuesto, la matriarca aceptó, escupiendo un enorme chorro de bilis a la chica. Pensé que su pálido rostro se derretiría, pero, de repente, ¡un brillante destello me cegó! Una luz danzante se reflejó en la muchacha mientras se agachaba y esquivaba, y cuando recuperé la visión, ¡estaba detrás de la matriarca, lista para atacar! Saltamos desde las vigas con furia: ¡si todos nos enfrentábamos a ella, no tendría ninguna posibilidad! Después, saqué su cuerpo del charco de lodo en el que yacía para tirarla al vacío. ¡Tendrías que haber visto cómo se golpeó la cabeza contra la plataforma! ¡No te pierdas el próximo combate!