Ese botín era demasiado jugoso como para compartirlo con el resto de esos asesinos rabiosos, así que escondí las partes más letales en un lugar donde a nadie se le ocurriría mirar... Conoces la cueva bastante bien.

En la cueva de los Carroñeros hallamos algo valioso: la Espada de los Lamentos, con la marca del maestro herrero de la Cuenca de Gallarda. Quizá él conozca más detalles de sus orígenes.

El herrero forjó la Espada de los Lamentos para su hija, una gran guerrera. Ella se negó a llevar la espada.